Artículo escrito por Rafael Miguel - Responsable de Mercado de Reciclado y Economía Circular de GAIKER - Ver original
El Pacto Verde Europeo, presentado por la Unión Europea en
diciembre de 2019 y alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS), supone el eje político y económico central para lograr una Unión
Europea climáticamente neutra, donde el crecimiento económico se
desvincule del uso de los recursos. Uno de los principales elementos de
esta estrategia es el nuevo Plan de Acción para la Economía Circular,
aprobado en abril de 2020 con el fin de adaptar la economía a un futuro
ecológico y reforzar la competitividad, protegiendo el medio ambiente y
concediendo nuevos derechos a los consumidores.
Igualmente, la UE publicó también la Estrategia para el plástico en una economía circular.
Sus objetivos -envases de plástico del mercado de la Unión Europea
reciclables o reutilizables antes de 2030, reducción del consumo de
plásticos de usar y tirar y restricciones en la utilización deliberada
de microplásticos- sólo se podrán alcanzar con la combinación de las distintas alternativas tecnológicas disponibles: el reciclado mecánico y el reciclaje termoquímico.
Estas diferentes alternativas deben combinarse y complementarse desde
un punto de vista económico, técnico y medioambiental, y asociarse a las
ya realizadas específicamente para cada entorno social e industrial.
Actualmente, estas tecnologías tienen diferentes estadios de
desarrollo, estando algunas maduras y consolidadas y otras en proceso de
desarrollo y/o validación industrial. El reciclaje mecánico, por
ejemplo, tiene limitaciones sobre todo cuando se enfrenta a mezclas de
polímeros o plásticos muy sucios, contaminados o aditivados. En estos
casos, el reciclaje termoquímico se presenta como una solución para
superar los desafíos actuales de los procesos mecánicos, ya que se
dirige a residuos plásticos heterogéneos y contaminados o a procesos
mecánicos que no son económicamente viables o factibles desde el punto
de vista técnico.
Además, el reciclaje termoquímico es una solución para ofrecer
contenido reciclado para aplicaciones de grado alimenticio, lo que
representa una gran parte de la demanda de envases, ya que estos
procesos dan como resultado la eliminación de la posible contaminación
de la materia prima al producto final, obteniendo plásticos
indistinguibles de los materiales vírgenes y, por lo tanto, muy
adecuados para aplicaciones en contacto con alimentos.
Hoy por hoy, la capacidad de separación y reciclado de plásticos debe ampliarse y modernizarse,
para ello la incorporación de sistemas de fabricación avanzada, el
tratamiento masivo de datos, la trazabilidad y las tecnologías de
información y comunicación son clave.
Con este fin, en el Centro Tecnológico GAIKER, miembro de Basque
Research & Technology Alliance (BRTA), investigamos y desarrollamos
sistemas avanzados basados en sensores y algoritmos de autoaprendizaje
para la identificación y separación de diferentes corrientes de residuos, así como para el análisis de calidad automática en tiempo real de recursos materiales recuperados de corrientes de EELL, AEE, VFU, RCD...
Además, hemos reforzado nuestros conocimientos y capacidades en las tecnologías de reciclado y valorización incorporado nuevos equipamientos para el análisis e identificación automática de materiales basados
en láser o cámaras hiperespectrales a los que se unirán, en breve,
otros sistemas y técnicas de última generación así como soluciones en
robótica
colaborativa para el reciclado, que se desarrollan dentro
de los
proyectos europeos (HR-RECYCLER, CREATOR, PLAST2BCLEANED e
ICEBERG) en
los que participamos.
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En lo que respecta al reciclado termoquímico apostamos por el reciclado de corrientes de residuos plásticos mediante tecnologías de solvólisis y pirólisis, ejemplo de ello es el artículo “Assessing the potential of the waste plastic slow pyrolysis for the production of streams attractive for refineries” publicado en la revista Journal of Analytical and Applied Pyrolysis y
los diferentes proyectos bajo contrato que hemos conseguido con
empresas de los sectores de ingeniería, reciclado, químico y
petroquímico para la aplicación de esas tecnologías.
También, nos preocupamos por evaluar la sostenibilidad ambiental y social mediante herramientas de ecodiseño y análisis de ciclo de vida
(LCA) y sus evoluciones en análisis de costes, impacto social,
sostenibilidad y circularidad (LCC, S-LCA, LCSA y MCI). Y estamos
involucrados en el desarrollo de herramientas a medida y simplificadas
adaptadas a cada empresa.