Entrevista a Santiago Rementeria, Director General del Centro
GAIKER celebra este año su 40 aniversario. ¿Cuáles diría que han sido los hitos más importantes en la historia del centro desde 1985?
GAIKER se constituyó en 1985 como asociación sin ánimo de lucro promovida por la Diputación Foral de Bizkaia para el desarrollo tecnológico de nuevos materiales, y en 1992 se fusionó con BIOTEK, grupo de biotecnología también fundado por la Diputación en 1988. En 1993 accedimos a la condición de Entidad Tutelada por el Gobierno Vasco, y posteriormente a la Agrupación Vasca de Centros Tecnológicos, EITE. En 1997 tuvo lugar un cambio de modelo jurídico-societario, transformándonos en una fundación privada sin ánimo de lucro. En 2005 fuimos miembros fundadores de IK4 Research Alliance y en 2019 nos incorporamos a Basque Research and Technology Alliance, BRTA. Estos hitos de carácter societario se intercalaron con los estrictamente tecnológicos y con otros como la coordinación del primer proyecto internacional (1991) y el establecimiento en nuestra actual ubicación en Zamudio (1993).
¿Cómo ha evolucionado la misión de GAIKER desde su fundación hasta hoy? ¿Cuál ha sido la contribución de GAIKER al tejido empresarial y tecnológico de la región?
Desde el comienzo se explicitó el objetivo de “ayudar a las empresas a aumentar su competitividad”. Actualmente nuestra misión sigue consistiendo en promover el uso de la tecnología como herramienta clave para contribuir a la mejora de la competitividad del tejido empresarial, mediante la generación de I+D propia y la transferencia del conocimiento y experiencia adquiridas a través del desarrollo de soluciones innovadoras para las empresas.
Este es el tipo de actividad que hemos llevado a cabo siempre con nuestros clientes, más de 4.000 empresas en total, que se ha plasmado en casi 13.000 colaboraciones, incluyendo unos 1.200 proyectos de I+D. Junto con estas empresas también hemos registrado un centenar de patentes y puesto en marcha una veintena de spin-offs de base tecnológica. Contribuimos a la competitividad empresarial, además, organizando cursos de formación en las tecnologías de nuestra especialidad y transfiriendo personal investigador cualificado a la industria vasca.
En uno de los momentos más disruptivos de la historia, ¿cuáles son las apuestas tecnológicas de GAIKER para los próximos años?
Desde una perspectiva tecnológica ha habido momentos más disruptivos que el actual, aunque es innegable que nos encontramos en un escenario de cambios. Nuestras apuestas pasan por reforzar la especialización en disciplinas relacionadas con la circularidad de los materiales, la sostenibilidad de sus procesos de fabricación y la bioeconomía, incorporando tecnologías digitales, sensorización, inteligencia artificial y robótica, entre otras. Además, el giro que, como consecuencia del contexto geopolítico, estamos viviendo en las prioridades de I+D de las instituciones estatales, y que también esperamos en las europeas, nos está llevando a ampliar el rango de aplicaciones de las tecnologías que desarrollamos, incidiendo en sectores como el de la seguridad, aeronáutico o espacial.
¿Cómo se encuadran en el plan estratégico del centro 2024-2027?
La estrategia 2027 de GAIKER refuerza nuestra vocación de contribuir a las prioridades tecnológicas de Euskadi y Europa, con un foco principal en la transferencia tecnológica a las empresas. Estamos alineados, en concreto, con el Plan de Industria Euskadi 2030 recientemente presentado por el Gobierno Vasco.
Apostamos por un conjunto de líneas de especialización científico-tecnológica en las que buscamos afianzarnos como centro de referencia. No aspiramos a ser expertos en todo, sino concentrarnos en una serie de tecnologías troncales y contar con colaboradores estables y de primer nivel para otras que puedan ser accesorias.
En el área de composites y polímeros funcionales trabajaremos en la consecución de materiales más circulares, aprovechando el valor intrínseco de las corrientes de reciclado de plásticos y composites y en la incorporación de materiales y aditivos biobasados y materiales biodegradables, su formulación y caracterización avanzada. Todo ello buscando la reducción de la huella de carbono y la sustitución de recursos fósiles. En otra línea de trabajo buscaremos avanzar en el estado del arte de los materiales poliméricos con capacidad sensora incorporada, así como con características hápticas y piezorresitivas. Los desarrollos se apoyarán en procesos de producción digitalizados, donde apostamos por profundizar en la simulación y monitorización de procesos y el cálculo estructural. También reforzaremos nuestras capacidades en tecnologías de reciclado avanzadas mediante el uso de IA, nuevos desarrollos en técnicas de identificación espectroscópica y distintas modalidades de reciclado químico y enzimático. En el terreno de la biotecnología, profundizaremos en la línea de biomedicina, destacando la actividad en los sectores farmacéutico y dermocosmético como especialistas en el desarrollo y seguridad de nuevos ingredientes y productos, en microbiología industrial, desarrollando nuevas tecnologías ambientales centradas en ecotoxicología y biorremediación de aguas y suelos, y en técnicas de amplificación de última generación para concebir dispositivos médicos de detección de patógenos.
Aunque anteriormente algunas de estas líneas se consideraban independientes entre sí, estamos observando cómo cada vez surgen más oportunidades de integración multidisciplinar en las zonas de solape entre todas ellas, generando sinergias que potencian la circularidad y la bioeconomía.
¿Qué objetivos se han marcado para su finalización?
Desde el punto de vista de ingresos, el objetivo es continuar en la senda de crecimiento de los últimos años, buscando mantener un incremento promedio del 7% anual. El año pasado, el primero del plan, crecimos un 12% respecto al ejercicio anterior. El aumento descansará, principalmente, en los ingresos bajo contrato, con menor peso relativo de la financiación pública. También esperamos mantener un nivel de inversión en torno a un millón y medio de euros anuales. Al final del periodo esperamos contar con una plantilla de unas 140 personas, siendo más del 80% personal investigador.
De los proyectos en los que trabaja el centro en estos momentos, ¿podría citar algunos en los que se plasman esas apuestas?
Mencionaré algunos ejemplos de transferencia industrial que es, en definitiva, nuestra principal finalidad. En el proyecto CICLO colaboran 8 empresas y nosotros coordinamos la aportación de los 6 agentes tecnológicos participantes. Su objetivo es el reciclado y la valorización de palas eólicas y otros componentes utilizados en la construcción de aerogeneradores, así como el desarrollo de nuevos materiales (matrices poliméricas) que sean más fácilmente reciclables. Este fomento de la economía circular se da también en POST-AUTO, en el que desarrollamos tecnologías de reciclaje y procesado de materiales plásticos posconsumo provenientes del sector automoción para su revalorización y reincorporación en nuevos vehículos. En MAGIC trabajamos individualmente para una empresa alimentaria reciclando químicamente residuos de botellas de PET fuertemente coloreados, lo que permite fabricar nuevas botellas a partir de la síntesis de los monómeros resultantes de la despolimerización. En el campo de la biomedicina estamos trabajando, por ejemplo, en la regeneración de órganos, contribuyendo en el proyecto RECURE a la validación de la seguridad biológica in vitro como parte del desarrollo de una endoprótesis biodegradable para reinserciones ureterales.
GAIKER se está consolidando como un referente europeo en varios campos. Tras alcanzar en 2024 cifras récord de participación en consorcios europeos y liderazgos de proyectos del programa Horizon europeo, ¿en qué proyectos trabaja el centro este 2025?
Nuestra colaboración en consorcios internacionales se centra en temáticas relacionadas con la circularidad, la ecoinnovación, metodologías Safe and Sustainable by Design y el sector biosanitario. Este año participamos en más de una docena de proyectos Horizon Europe, y lideramos tres relacionados con polímeros sostenibles: ECORES WIND, cuyo objetivo es desarrollar nuevas resinas circulares para su aplicación en estructuras de generación eólica; BIOSAFIRE, centrado en el desarrollo de materiales biobasados retardantes del fuego; y E-OILÉ, que está orientado al diseño y validación de soluciones de envasado seguras y biodegradables. Además, en el programa de desarrollo aeronáutico Clean Aviation destaca el proyecto FASTER-H2, coordinado por Airbus y en el que participamos, para concebir la parte trasera del fuselaje en el nuevo avión de medio alcance que será compatible con hidrógeno.
Tras 40 años de historia, ¿cuáles son los objetivos de GAIKER para la próxima década?
El principal objetivo es consolidarnos como un centro de mediano tamaño y altamente especializado que domine tecnologías de interés industrial para nuestro entorno empresarial, con un impacto positivo en la actividad de nuestros clientes y comprometido con los retos de la sociedad. Para ello contaremos con un número creciente de investigadoras referentes en sus especialidades que dispondrán de un entorno atractivo desde el punto de vista profesional. El GAIKER cincuentenario mantendrá un equilibrio entre los esfuerzos de capacitación y transferencia tecnológica, explotará las sinergias entre sus áreas científico-tecnológicas y será líder en varias líneas de investigación aplicada y desarrollo. Por ejemplo, en tecnologías y procesos de separación inteligente, identificación, recuperación y circularidad de materiales, tanto provenientes de corrientes de residuos convencionales, como asociados a la generación renovable, la movilidad eléctrica, o las materias primas fundamentales. También en el desarrollo, análisis y circularidad de todo tipo de materiales plásticos o de base polimérica, buscando siempre la sostenibilidad de los procesos, la reducción de la dependencia de hidrocarburos y del volumen de residuos depositado en vertederos. Tendremos amplia experiencia, además, en el desarrollo y aplicación de Metodologías de Nuevo Enfoque (NAMs), desarrollando tecnologías que permiten utilizar alternativas a los ensayos que tradicionalmente se hacían con animales para estudiar funciones biológicas y enfermedades humanas, como nuevos modelos in vitro, cultivos organotípicos, modelos 3D de tejidos, modelos in silico y el uso de la microfluídica para desarrollar órganos-en-chips, todo ello combinado con la utilización de plataformas para el cribado de alto contenido (HCS). En 2035 tendremos una presencia consolidada en Europa y, siguiendo la pauta de los últimos años, habremos ganado la confianza de nuevas empresas, tanto grandes como PYMEs, para abordar juntos los retos tecnológicos del futuro.


