El centro tecnológico Gaiker asesorará a empresas sobre las posibilidades de reciclado de los envases que fabrican.
El centro, ubicado en el parque tecnológico de Zamudio, ha constatado la presencia de materiales de difícil separación, y que contaminan los ya recuperados, por lo que sus posibilidades de aplicación se ven reducidas.
Es el caso de resinas incompatibles para su reciclado conjunto y de difícil separación, gran variedad de tintas y pigmentos que reducen la calidad de la fracción recuperada, materiales de difícil identificación… Identificar los materiales problemáticos para cada una de las corrientes habitualmente separadas permite tomar medidas para evitarlos, o desarrollar diseños que permitan su fácil separación en los procesos de reciclado existentes. De esta manera se consigue reducir los costes del
proceso de reciclado, y cerciorarse de la calidad y la aplicabilidad de los materiales reciclados.
Para llevar a cabo estas mejoras, Gaiker pondrá a disposición de los productores el conocimiento sobre los procesos de
reciclado de cada uno de los diferentes tipos de envase, y las implicaciones que las decisiones tomadas en el diseño tienen en los mismos.
En un intento de facilitar la trasferencia de estos conocimientos a los agentes responsables del diseño de envases, Gaiker está desarrollando una base de datos de materiales para el
ecodiseño que permitirá a los agentes responsables del diseño de envases tomar decisiones ofreciendo, entre otros, información sobre impactos ambientales asociados a la producción y procesado de materiales, peligrosidad, reciclabilidad (procesos de reciclado existentes, materiales que reducen su reciclabilidad, impactos del reciclado…), o impactos asociados a la valorización energética y vertido.
Esta base de datos estará lista a finales de diciembre, y permitirá incluir criterios de
ecodiseño de forma sencilla, ayudando al mismo tiempo a buscar alternativas de menor impacto.
El llamado principio de jerarquía, contemplado en el artículo 1.1 de la Ley 10/1998, de Residuos ha constituido la estrategia en gestión de residuos durante los último años, priorizando la prevención, reutilización, reciclaje y
valorización energética, y dejando como última alternativa el posible deposito final en vertedero.
El enfoque seguido para garantizar el cumplimiento de esta estrategia se ha centrado tradicionalmente en mejorar la etapa de fin de vida de los diferentes productos. Sin embargo, esta perspectiva no permite alcanzar el máximo potencial de reducción, ya que la reciclabilidad de los productos, por ejemplo, viene determinada en gran medida por su diseño.